Sin lugar a dudas, debes intentar superarte a ti mismo durante tu entrenamiento, ya que esto te permitirá aumentar tu forma física, ya sea ganando más resistencia, más masa muscular, más fuerza… Sin embargo, aquellos que viven con la creencia de que debes entrenar hasta morir y más allá del límite del dolor, están seriamente equivocados.
Mientras que una pequeña molestia puede ser algo natural, no debe entrar dentro del rango de “dolor”. El ejercicio no debe doler, si lo hace, podría indicar que se ha producido una lesión muscular. Esto no quiere decir que una persona que está empezando a entrenar no experimentará algo de dolor después de su entrenamiento.
A pesar de que los fisioterapeutas y los médicos han tratado de desacreditar este mito, hay quienes todavía se fuerzan más a más dolor sienten, ya que simplemente creen que es lo correcto. Mientras que un entrenamiento no debe ser doloroso, todavía debe ser un desafío. Cuando estamos heridos, tendremos más dificultades para mantenernos motivados para continuar con un plan de acondicionamiento físico.
Los músculos que están acumulando ácido láctico sienten dolor
La aparición tardía del dolor en los músculos o agujetas para abreviar, es el dolor que sientes un día o dos después de hacer ejercicio. Algunas personas creen erróneamente que este dolor es causado por una acumulación de ácido láctico en los músculos. Esto vino del hecho de que los músculos generan la energía para las contracciones anaeróbicas sin oxígeno, cuando el ejercicio intenso tiene lugar.
Si bien es cierto que este proceso conduce a la producción de ácido láctico, sin embargo, se ha demostrado que el ácido láctico creado se disipa poco después de la finalización del ejercicio. Esto ocurre antes de que el dolor en los músculos se presente. Este proceso de creación de ácido láctico no tiene lugar en los ejercicios como trotar o caminar debido a que la energía producida con estas actividades utilizan oxígeno.
El dolor que se siente en los días siguientes a hacer ejercicio, especialmente para los nuevos en el gimnasio, es causado por los microdesgarros musculares, ya que se están utilizando. Estas roturas microscópicas pueden causar que los músculos se inflamen y duelan. Aunque esto suena negativo, se necesita este daño a fin de que los músculos ganen tamaño y fuerza. Dado que los músculos contienen filamentos de proteína que se acortan y contraen, el cuerpo construye nuevos tejidos más fuertes y más sanos cuando se repara a sí mismo. La manera de ganar más fuerza y músculos más grandes es aumentar la cantidad de pesos utilizados durante el entrenamiento.